Los científicos han identificado una vía de señalización nerviosa distinta que podría ayudar a recuperarse del dolor sostenido después de una lesión.
Todos sabemos dolor - la sensación desagradable causada por una quemadura o dolor o dolor de cabeza. Cualquier tipo de dolor en nuestro cuerpo implica una intrincada interacción entre los nervios, nuestra médula espinal y nuestro cerebro. En nuestra médula espinal, especializada los nervios recibir mensajes de un periférico específico los nervios y controlan la transmisión de mensajes a nuestro cerebro. La importancia de la señal al cerebro depende de la gravedad del dolor. En el caso de una quemadura repentina, el mensaje se transmite como urgente mientras que en el caso de un rasguño o un pequeño hematoma, los mensajes no se etiquetan como urgentes. Luego, estos mensajes viajan al cerebro y el cerebro responderá enviando mensajes para permitir la curación, que podrían dirigirse a nuestro sistema nervioso o al cerebro, que podría liberar sustancias químicas que suprimen el dolor. Esta experiencia de dolor es diferente en todos y el dolor implica aprendizaje y memoria.
Generalmente, el dolor se puede clasificar como dolor agudo o a corto plazo y dolor crónico o a largo plazo. El dolor agudo es el dolor severo o repentino que se produce debido a una enfermedad, lesión o cirugía. Mientras que el dolor crónico es el que persiste durante más tiempo y se convierte en una enfermedad o afección en sí misma.
Dolor crónico
Por ejemplo, después de un golpe en el dedo del pie o un pinchazo en el pie o la palma o tocar algo demasiado caliente, después de una sensación de shock, el cuerpo tiene reflejos para recuperarse de la actividad o fuente de peligro. Esto sucede instantáneamente, pero el reflejo es lo suficientemente fuerte como para alejarnos de un peligro mayor. Esto se define como una respuesta evolutiva que se conserva en múltiples especies para maximizar la supervivencia, pero aún no se comprenden las vías exactas. Un dolor o dolor persistente aparece después de que ha pasado el impacto inicial de la lesión. Y este dolor persistente lleva tiempo para aliviarlo, que pueden ser segundos, minutos o incluso días. Una persona sigue tratando de aliviar el dolor, por ejemplo, aplicando presión, compresas calientes, métodos de enfriamiento, etc.
Los científicos de la Escuela de Medicina de Harvard se propusieron analizar las diversas formas en que un estímulo de dolor viaja desde el lugar del trauma o lesión en el cuerpo hasta el cerebro. Los estímulos traumáticos son el resultado de una neurología compleja que involucra nervios sensoriales llamados nociceptores y hay varias vías que llevan señales al médula espinal y áreas del cerebro. Los detalles de este escenario aún no se comprenden bien. Los científicos creen que la "matriz del dolor" en el cerebro es responsable del dolor, pero también podría haber algo más.
Comprender el mecanismo del dolor
En un estudio publicado en Naturaleza, los científicos examinaron la columna nervio Células asociadas a estímulos nocivos. Se observó que un gen llamado Tac1 expresado en estas células tenía un papel fundamental en las funciones neuronales. Y su investigación muestra que podría haber diferentes vías seguidas por dos tipos diferentes de dolor. Identificaron una nueva vía de los nervios en ratones que parecen ser los principales responsables del dolor persistente o del dolor que se produce después de que ha pasado el shock inicial de dolor. Al desactivar este gen, los ratones todavía muestran una respuesta al dolor agudo repentino. Y cuando les pinchaban o pellizcaban los pies, etc., mostraban signos de aversión. Sin embargo, los ratones no mostraron ningún signo posterior de malestar persistente, lo que indica que el cerebro no fue informado de este daño, lo que indica que estas lesiones espinales los nervios podría desempeñar un papel en la información del cerebro.
Por lo tanto, hay dos vías distintas del estallido inicial de dolor y del malestar persistente. Esta podría ser quizás la única razón por la que muchos medicamentos para aliviar el dolor son buenos para el dolor inicial, pero no pueden combatir el dolor persistente, el dolor, el escozor, etc., que podrían definirse más bien como un mecanismo de afrontamiento. Los resultados también explican por qué muchos candidatos a fármacos se tradujeron mal de los estudios preclínicos a terapias eficaces para el dolor.
Este estudio ha mapeado por primera vez cómo surgen las respuestas fuera de nuestro cerebro y este conocimiento proporciona pistas importantes y podría ayudar a comprender varios circuitos neuronales que son responsables del dolor y la incomodidad crónicos. La presencia de dos respuestas de defensa distintas para evitar lesiones que están controladas por vías de señalización nerviosas separadas. Está claro que la primera línea de defensa es el reflejo de retirada rápida y la segunda es la respuesta de afrontamiento del dolor que se activa para reducir el sufrimiento y evitar el daño tisular como resultado de una lesión. En la actual crisis de opioides, es urgente desarrollar nuevos tratamientos para el dolor. A medida que el dolor crónico se convierte en una condición y una enfermedad en sí misma, se ha vuelto crucial abordar este aspecto del manejo del dolor.
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Fuentes)
Huang T y col. 2018. Identificar las vías necesarias para afrontar las conductas asociadas con el dolor sostenido. Naturaleza. https://doi.org/10.1038/s41586-018-0793-8
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