Un estudio demuestra la capacidad de los gatos para discriminar lo hablado humano palabras basadas en la familiaridad y la fonética
Perros y gatos son las dos especies más comunes que son domesticadas por los seres humanos.. Se estima que en todo el mundo más de 600 millones de gatos conviven con los humanos. Aunque hay muchos estudios disponibles sobre la interacción entre humanos y perros, la interacción entre gatos domésticos y humanos está relativamente inexplorada. Los estudios sobre mamíferos, incluidos perros, simios e incluso delfines, han demostrado que estos animales comprenden algunas palabras pronunciadas por los humanos. Estos mamíferos se consideran naturalmente sociales y tienen una mayor inclinación a interactuar y responder a los humanos. Algunos perros bien entrenados pueden distinguir entre 200 y 1000 palabras utilizadas por humanos.
Un nuevo estudio publicado en Naturaleza Informes científicos proporciona la primera evidencia experimental de que los gatos domésticos pueden reconocer sus nombres si están familiarizados con ellos. Este es el primer estudio que analiza la capacidad de los gatos domésticos para comprender y comprender las voces humanas. Un estudio anterior ha demostrado que los gatos pueden distinguir entre la voz de su dueño y la de un extraño y los gatos pueden incluso cambiar su comportamiento dependiendo de las expresiones faciales de su dueño. En comparación con los perros, los gatos no son sociales por naturaleza y se considera que interactúan con los humanos a su propia discreción.
En el presente estudio realizado durante un período de tres años, se eligieron gatos de seis meses a 17 años de ambos sexos y razas mixtas y se dividieron en 4 grupos para realizar diferentes experimentos. Todos los gatos fueron esterilizados / castrados. Los investigadores probaron el nombre de un gato con otros sustantivos que suenan similares y tienen la misma longitud y acento. Los gatos habían escuchado sus nombres antes y estaban familiarizados con él, a diferencia de las otras palabras. Se reprodujeron grabaciones de voz que contenían cinco palabras habladas en un orden de serie, en el que la quinta palabra era el nombre de los gatos. Estas grabaciones fueron realizadas por investigadores con su propia voz y también con la voz de los dueños de gatos.
Cuando los gatos escuchaban sus nombres, respondían moviendo las orejas o la cabeza. Esta respuesta se basa tanto en las características fonéticas como en la familiaridad con el nombre. Por otro lado, los gatos se quedaron quietos o ignorantes cuando escucharon otras palabras. Se observaron resultados similares tanto para las grabaciones realizadas por los dueños de gatos como por los investigadores, es decir, personas que no estaban familiarizadas con los gatos. La respuesta de los gatos fue menos entusiasta y se inclinó hacia un "comportamiento de orientación" y menos "comportamiento comunicativo", como mover la cola o usar su propia voz. Esto podría depender de la naturaleza de la situación en la que se llaman sus nombres y algunas situaciones pueden provocar una respuesta dinámica.
Los investigadores afirman que si algún gato no respondió, es probable que aún pueda reconocer su nombre pero decida no responder a él. La falta de respuesta podría atribuirse a los bajos niveles de motivación de los gatos para interactuar con los humanos en general o a sus sentimientos en el momento del experimento. Además, los gatos que cohabitaban en una casa común con 4 o más gatos pudieron distinguir entre su nombre y los nombres de los otros gatos. Era más probable que esto sucediera en una casa que en un 'café para gatos', un lugar de negocios donde la gente viene e interactúa libremente con los gatos que viven allí. Debido a la diferencia en el entorno social en un café para gatos, es posible que los gatos no puedan identificar claramente sus nombres. Además, un mayor número de gatos que cohabitan en el café podría haber afectado los resultados y que este experimento se llevó a cabo en un solo café.
El estudio actual muestra que los gatos tienen la capacidad de discriminar las palabras pronunciadas por los seres humanos. basándose en características fonéticas y su familiaridad con la palabra. Esta discriminación se adquiere de forma natural a través de las comunicaciones normales diarias entre humanos y gatos y sin ningún entrenamiento adicional. Estos estudios pueden ayudarnos a comprender el comportamiento social de los gatos en presencia de humanos e informarnos sobre las habilidades de los gatos en términos de comunicación entre humanos y gatos. Este análisis puede mejorar la relación entre los humanos y sus gatos, beneficiando así a ambos.
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{Puede leer el trabajo de investigación original haciendo clic en el enlace DOI que figura a continuación en la lista de fuentes citadas}
Fuentes)
Saito A 2019. Los gatos domésticos (Felis catus) discriminan sus nombres de otras palabras. Informes científicos. 9 (1). https://doi.org/10.1038/s41598-019-40616-4